Fidel siempre ha defendido el derecho de la salida al mar de Bolivia, el derecho a reparar la injusticia derivada de la Guerra del Pacífico. Como resultado de un encuentro que tuvo con Michelle Bachelet entonces presidenta de Chile, el 12 de febrero de 2009, escribió:
” no ha sido ni es aún fácil deshacer la urdimbre legal que, con la ayuda yanki, la oligarquía (chilena) vengativa y fascista ata a la nación chilena, digna de un mejor destino.
Esa misma oligarquía hace más de cien años le arrebató a Bolivia, en la guerra desatada en 1879, la costa marítima que le daba amplio acceso al Océano Pacífico.
Bolivia sufrió una extraordinaria humillación histórica en aquella contienda. No solo le arrebataron la costa marítima y la salida al mar, sino que privaron a ese país, de origen auténticamente americano, sobre todo aimaras y quechuas, de extensos territorios muy ricos en cobre que constituían la mayor reserva del mundo, que habiendo sido explotada durante 130 años, hoy su producción se eleva a 5 millones 364 mil toneladas anuales y aporta a la economía chilena alrededor de 18 mil 452 millones de dólares anuales. No se concibe la sociedad moderna sin el cobre metálico, cuyos precios tienden a elevarse.”